Los ingredientes necesarios son los siguientes:
- 1 vaso de vocación.
- 5 cucharadas de cercanía emocional.
- 50 gramos de conocimientos.
- dinamismo (cuanto más mejor).
- 3 cucharadas de optimismo.
- 50 gramos de comprensión.
- 50 gramos de paciencia.
- virutas de creatividad y entusiasmo.
¡Y ya tenemos a un docente bien fresquito, listo para realizar su tarea educativa!
- 1 vaso de vocación.
- 5 cucharadas de cercanía emocional.
- 50 gramos de conocimientos.
- dinamismo (cuanto más mejor).
- 3 cucharadas de optimismo.
- 50 gramos de comprensión.
- 50 gramos de paciencia.
- virutas de creatividad y entusiasmo.
En un bol mezclar los ingredientes claves para realizar el bizcocho: 1 vaso de vocación y 5 cucharadas de cercanía emocional. Dichos elementos deben ir bien mezclados para obtener una buena base sobre la que se echarán los demás ingredientes. Mientras que la base toma su forma en el horno, batir con esmero y consistencia 50 gramos de conocimientos y todo el dinamismo que tengamos en la cocina.
Hay que tener cuidado de que no se corte dicha mezcla, ya que si echamos a perder el dinamismo podríamos formar un maestro tradicional que realizaría la misma metodología durante su vida laboral, y no queremos eso. Una vez sacamos el bizcocho del horno, lo cortamos por la mitad para llenarlo de la crema realizada anteriormente.
En otro recipiente mezclaremos 3 cucharadas de optimismo, 50 gramos de comprensión y 50 gramos de paciencia. Con el resultado bañaremos el pastel y lo dejaremos enfriar en el frigorífico, de tal manera que todos los componentes del bizcocho queden consistentes, manteniendo sus propiedades. Cuando saquemos el pastel adornaremos la superficie con virutas de creatividad y entusiasmo.
Hay que tener cuidado de que no se corte dicha mezcla, ya que si echamos a perder el dinamismo podríamos formar un maestro tradicional que realizaría la misma metodología durante su vida laboral, y no queremos eso. Una vez sacamos el bizcocho del horno, lo cortamos por la mitad para llenarlo de la crema realizada anteriormente.
En otro recipiente mezclaremos 3 cucharadas de optimismo, 50 gramos de comprensión y 50 gramos de paciencia. Con el resultado bañaremos el pastel y lo dejaremos enfriar en el frigorífico, de tal manera que todos los componentes del bizcocho queden consistentes, manteniendo sus propiedades. Cuando saquemos el pastel adornaremos la superficie con virutas de creatividad y entusiasmo.
¡Y ya tenemos a un docente bien fresquito, listo para realizar su tarea educativa!
2 coments!:
La verdad es que nosotras tenemos todos los ingredientes para ser unas maestras de CATEGORIA!
1 de marzo de 2010, 19:21Me ha gustado mucho tu entrada Sara! muy original! muak!!!
Isa..!
La verdad es que nosotras tenemos todos los ingredientes para ser unas maestras de CATEGORIA!
1 de marzo de 2010, 19:21Me ha gustado mucho tu entrada Sara! muy original! muak!!!
Isa..!
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